jueves, 23 de abril de 2020

Némesis

En mi anterior post, Confinamiento, expliqué cuál está siendo mi manera de sobrellevar el estado de alarma por el coronavirus. En este, quiero compartir mis ideas sobre por qué hemos llegado a esta situación tan insólita y sin precedentes.

En todos estos días he podido leer mucho y ver entrevistas con expertos, lo que me ha servido para hacerme una composición de lugar. Puede que no sea una composición correcta, pero a mí me parece bastante ajustada a la realidad.

¿Por qué hemos llegado al insólito extremo de tener medio mundo paralizado por una pandemia de un virus desconocido hace unos meses? Es cierto que no es la primera pandemia que sacude el mundo, pero es sin duda la primera que ha alcanzado prácticamente a todos los países de la Tierra (salvo contadas excepciones) en un tiempo récord. También es cierto que no es especialmente letal, como pudo serlo la peste negra o la mal llamada gripe española, pero tiene un índice de contagio muy alto y es sorprendentemente selectiva en las personas a las que suele atacar. Aunque el índice de mortalidad sea bajo, un porcentaje pequeño de cientos de millones de personas son millones de personas. Es mucha gente como para estar dispuestos a sacrificarla si se elige la opción de no hacer nada.

A pesar de que se tiene el genoma de este virus, todavía no se conoce ningún medicamento que se haya probado efectivo al cien por cien, y mucho menos una vacuna que nos inmunice, como sucede con otras enfermedades. Esto hace que el aislamiento riguroso y el distanciamiento social que conlleva sea la única manera de poder hacerle frente de momento.

Una característica muy inquietante de este virus que hace muy difícil enfrentarse a él es que hay un porcentaje muy grande de los llamados "asintomáticos", esto es, personas que están infectadas con el virus y que pueden contagiarlo aunque no desarrollen síntomas evidentes. Como el número de tests disponibles es muy escaso no se suelen hacer a estas personas (con la única excepción de Islandia, y eso porque es un país con muy poca población), así que es difícil que lleguemos a saber cuántas personas tienen el virus realmente. Eso hace que nos miremos con desconfianza, pues cualquiera de las personas con las que interactuamos puede tenerlo sin que lo sepamos.

Todo este cuadro ha creado la tormenta perfecta que ha hecho que el mundo se detenga, con unas consecuencias futuras que todavía no somos capaces de predecir en su totalidad.

Más que de esas consecuencias, me gustaría hablar de los antecedentes, de todo lo que sin duda ha sido determinante para que tengamos que enfrentarnos a esta amenaza mundial.

A primera vista, podemos echarle la culpa al virus de la situación. Es lo más fácil, pero no es real. Normalmente unos ecosistemas sanos hacen de "colchón" que impide que esos patógenos que afectan a animales salvajes lleguen hasta los seres humanos. Si los ecosistemas se dañan se pierde biodiversidad y la capacidad de absorber patógenos. Y si los ecosistemas están heridos, si la biodiversidad disminuye en todo el mundo, es por culpa de los seres humanos y de nuestro afán depredador por crecer a toda costa. Que es curiosamente la misma estrategia de un virus.

El SARS-COV-2 no es el primer virus que pasa de los animales a los humanos, y como sigamos empeñados en mantener el rumbo no será el último. Es más, entra dentro de lo probable que alguno de los que venga sea todavía más letal que este. Imaginaos una combinación de tasa y modo de contagio del SARS-COV2 con la mortalidad del Ébola. Yo prefiero no imaginarlo.

Hay quienes dicen que este virus fue creado en un laboratorio. Después de lo que he leído, he llegado a la conclusión de que es improbable que fuera así. Primero, porque no es tan perfecto como podría ser un virus manipulado en laboratorio (perfecto en el sentido de letal y de capaz de mutar rápidamente). Y segundo, porque... qui prodest? ¿A quién beneficia? ¿China iba a inventar un virus letal que podía afectar seriamente a su población? Y la misma pregunta podría hacerse de Estados Unidos, que ahora mismo encabeza el ránking de afectados y muertes. Un virus como arma bacteriológica se puede volver en contra del agresor con demasiada facilidad.

Con lo que he visto de momento, me inclino a pensar que el virus se propagó por un error de manipulación en un laboratorio. Cerca (tan cerca como poco más de 200m) del que se cree fue el foco de infección, el mercado de animales exóticos de Wuhan, había un laboratorio de nivel 3 que investigaba virus de animales como el tristemente famoso murciélago. Aquel lugar pudo muy bien ser la "zona cero" y el "paciente cero" uno de los trabajadores de ese laboratorio. Pero dudo que lleguemos a saberlo algún día. Hay mucho secretismo y poca transparencia en este asunto.

Es cierto que el parón ha hecho que la contaminación se reduzca y que incluso se vean animales salvajes por las calles de pueblos e incluso de ciudades. La naturaleza tiene la capacidad de recuperarse a poco que la dejemos en paz. Pero... ¿qué pasará cuando volvamos a la "normalidad", cuando todos los coches vuelvan de nuevo a las carreteras y los aviones a surcar los cielos, y las fábricas a producir a pleno rendimiento? ¿Vamos a aprender la lección y a frenar un poco? El coronavirus está poniendo a prueba el sistema económico y por extensión la civilización humana. El tiempo lo dirá, y más pronto que tarde.

En última instancia, el cambio climático y la destrucción de ecosistemas están haciendo que se rompan muchos delicados equilibrios naturales que llevan a que los patógenos tengan vía libre para campar a sus anchas.

Hemos herido seriamente el medio ambiente, y da la impresión de que la Tierra, nuestro hogar, nuestra Madre, está siendo nuestra Némesis.


4 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo con gran parte de lo que dices. Pero yo creo que volveremos a lo mismo, pero cin una particularidad, hay gente que esté parón le ha hecho cambiar individualmente. Que ha parado su mente y se ha dado cuenta al menos que hay algo que buscar. Que los detalles y las cosas pequeñas tienen su valor. Que hay mucha gente sufriendo y el sufrimiento le lleva a plantearse las cosas importantes. Al menos de aquí saldrá un ejército de buscadores y otros que encontraron un camino para empezarlo, otros que seguirán creciendo.

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  2. ¡Eso espero! Pero sé que nuestra memoria es frágil y es muy fácil volver a la antigua inercia. Ojalá esta crisis haga despertar a muchas personas sobre lo realmente importante.

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  3. Muy buen análisis querida Olga, ruego porque la lección llegue a la mayoría y que de ahora en adelante las personas exijan desde su propio cambio de hábitos, los cambios que quieren ver en las sociedades y así poder dejar bases solidas a las generaciones que nos precederán.

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    1. ¡Gracias! Ojalá despierten muchos que andaban dormidos.

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