Nota: este
fue uno de los poemas que se quedó fuera de La
voz de los pioneros, mi última novela.
Vivimos
en la era del beneficio
por el beneficio.
Hay que crecer,
crecer a toda costa,
crecer como sea.
Hay que ganar dinero,
cada vez más dinero.
No importan las consecuencias
ni quién se queda por el camino.
Porque si no das cada vez más beneficios,
no sirves para nada.
Tanto tienes, tanto vales.
Tanto ganas, tanto vales.
Tanto produces, tanto vales.
Y yo me pregunto: si nuestro planeta es el que es
y no va a crecer,
¿cómo vamos a producir cada vez más,
a consumir cada vez más,
a gastar cada vez más,
si cada vez le queda menos?
Necesitaríamos dos, tres, cuatro planetas
como la Tierra
pero, para los avariciosos,
nunca sería suficiente.
¿Para qué queréis más dinero,
si os faltarían vidas para gastarlo?
¿O es poder sobre otros seres humanos
lo que buscáis?
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