Ayer tuvimos una conversación en casa que me dio mucho que pensar.
Resulta que una amiga de mi hija Irene (que vive en Inglaterra y está buscando trabajo) le comentó todas las cosas que le preguntaban para poder solicitar un puesto de trabajo en una cadena de tiendas de animales, entre las cuales el solicitante debía responder a preguntas sobre su etnia, creencias religiosas y orientación sexual. A título anecdótico, el campo "etnia" era un desplegable donde todas las opciones (aparte de parecer delirantes a los que no somos británicos, como por ejemplo incluir la opción "irlandés" como etnia) estaban basadas en las antiguas colonias británicas, y por ejemplo en el caso de la amiga de mi hija (que es mexicana de nacimiento y de nacionalidad española) solo podía acogerse a la categoría "otros".
Mi hija estaba indignada con que algo así pudiera pasar e incluso le insistió a su amiga para que no enviara su solicitud a esa empresa. Lo triste es que la amiga no solo lo aceptaba sino que intentaba justificar la existencia de esas preguntas.
Y yo me pregunto: ¿para qué quieren saber eso, si no es para discriminar y rechazar a alguien por no ser de la etnia, creencia religiosa u orientación sexual "correcta"? ¿Por qué esos datos son relevantes para conocer cómo va a ser una persona como trabajador, ya sea en una tienda de animales o en cualquier otro sitio? ¿En qué marca la diferencia tener esa información para saber si alguien va a ser un buen trabajador?
Plantear esas preguntas debería ser ilegal y las empresas que las incluyan en sus procesos de selección de personal deberían ser multadas. Datos como las creencias religiosas, el color de tu piel o con quién mantienes relaciones sexuales pertenecen al ámbito privado de las personas y nadie debería verse obligado a responderlas para optar a un puesto de trabajo. Cualquier persona puede ser perfectamente válida para un puesto independientemente de esos factores, por tener la experiencia, la cualificación necesaria y las aptitudes idóneas para ese trabajo.
Por desgracia, muchas personas que se encuentran en situación desesperada harán de tripas corazón y tendrán que pasar por el aro. No es a ellas a quienes culpo, sino a los que convierten las ofertas de trabajo en una especie de "Juegos del Hambre".
¡Qué vida, y en qué planeta!
Esto es un control abusivo, no tendrían que preguntar de que religión, etnia , orientación sexual, ect es uno.
ResponderEliminarLa gente lo que quiere es trabajar y ganarse la vida y no que le pongan etiquetas.
Efectivamente, Luis. Sin darnos cuenta nos obligan a dar detalles íntimos que nos pertenecen y que no importan a la hora de buscar trabajo.
Eliminar¡Totalmente de acuerdo! Gracias por comentar.
ResponderEliminarEs totalmente irrespetuoso. Hasta dónde vamos a llegar...y, sí, debería estar penalizado.
ResponderEliminarGracias, Chispa. Hay límites que no se deberían traspasar.
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