viernes, 27 de marzo de 2020

El enigma de Fermat, de Simon Singh


EL ENIGMA DE FERMAT – marzo 2016
Hacía tiempo que una lectura no me atrapaba tanto, y eso que este libro no es una novela ni el tema parece a priori demasiado atrayente.
Quizá algunos hayan oído hablar de Pierre de Fermat, matemático francés del siglo XVII (ese siglo que presenció el despegue de la ciencia, que se sacó de encima el lastre que la religión cristiana le estaba imponiendo). Este brillante hombre de ciencia enunció el siguiente teorema en 1637:
Si es un número entero mayor que 2, entonces no existen números enteros positivos x,z tales que se cumpla la igualdad:
Lo curioso del caso es que Fermat no demostró jamás este teorema; lo único que dejó por escrito es que tenía una demostración maravillosa, pero que no la ponía porque no cabía en los márgenes del libro donde la había anotado.
Pues bien, este teorema tardó la friolera de 350 años en ser demostrado, y para ello tuvieron que crearse matemáticas nuevas. De hecho, este libro recoge la historia de todos los matemáticos que intentaron sin éxito demostrar este teorema, intercalado con el proceso que llevó a Andrew Wiles, el matemático que finalmente lo demostró, a embarcarse en ese proyecto desde que era un niño.
Al leer la accidentada historia de la demostración del teorema de Fermat, me maravillo de cómo se desarrollaron las circunstancias a lo largo de los siglos para que muchos matemáticos de épocas diferentes pusieran su granito de arena (inconscientemente) en un trabajo en equipo que parece trascender épocas y lugares. Me maravilla la grandeza del ser humano que se pone una meta y no se detiene hasta conseguirla. El caso de Andrew Wiles es especialmente digno de mención: desde muy niño se propuso demostrar el teorema y, ya bien entrado en la cincuentena, lo consiguió (aun cuando se dice que los matemáticos hacen sus aportaciones más brillantes cuando son jóvenes). Pero no fue fácil: incluso cuando publicó su demostración, le hicieron notar que había un punto en el que esta no se sostenía, y tardó un año en reforzar ese punto.
Me pregunto: ¿cómo puede alguien llevar a cabo una empresa en la que otros antes que él han fracasado y pensar que va a tener éxito? ¡Incluso un genio de las matemáticas como fue Euler solo consiguió demostrar que el teorema era cierto para n=3!
Muchos matemáticos creen incluso que Fermat en realidad estaba fanfarroneando y que no tenía una demostración (o que creía tenerla pero era errónea), pero ese es un secreto que se llevó a la tumba.
En este libro, se dice que en la actualidad hay matemáticos que están intentando demostrar el teorema con las matemáticas que había disponibles en el siglo XVII. ¡Es curioso cómo los seres humanos nos planteamos retos incluso donde no parece haberlos!


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